El sensor de oxígeno de su vehículo mide los niveles de oxígeno en los gases de escape que salen del motor. El módulo de control del tren motriz (PCM) utiliza esta información para determinar la proporción correcta de aire a combustible para su motor en tiempo real. El sensor está ubicado en el sistema de escape y permite que la inyección de combustible y la sincronización del motor funcionen de manera eficiente, lo que ayuda con el control de emisiones. El sensor de oxígeno transmite los datos al PCM del vehículo para mantener la proporción óptima de aire a combustible para su motor. Un sensor de oxígeno defectuoso o defectuoso tendrá un impacto negativo en las emisiones ambientales y el rendimiento del motor, por lo que hay 3 cosas a tener en cuenta antes de que el sensor de oxígeno falle por completo.
Se enciende la luz Check Engine Light
La primera línea de defensa es Check Engine Light. La luz Check Engine se iluminará si tiene un sensor de oxígeno defectuoso o defectuoso. Tan pronto como se encienda esta luz, comuníquese con un técnico automotriz profesional para una inspección de Check Engine Light. Esta luz puede encenderse por muchas razones diferentes, por lo que es importante que la examine un profesional que pueda diagnosticar correctamente la causa exacta. Si tiene un vehículo de alto kilometraje, es muy probable que tenga un sensor de oxígeno defectuoso que deba ser reemplazado.
Gasto de combustible deficiente y olor a huevo podrido
Si el sensor de oxígeno está Si va mal, los sistemas de suministro de combustible y combustión de combustible se desconectarán. Si un sensor de oxígeno defectuoso interrumpe la mezcla de la relación aire / combustible, o se inyecta demasiado combustible en el motor, se reducirá el consumo de combustible de su vehículo. Este exceso de combustible en el motor puede producir un olor a huevo podrido y sulfúrico, e incluso puede producir humo negro en el escape. Si llena el tanque de gasolina con más frecuencia, lleve un registro de cuántos galones llena y con qué frecuencia. Si es más de lo normal, pídale a un mecánico profesional que revise su sensor de oxígeno.
Motor en ralentí y fallas de encendido
A medida que su sensor de oxígeno está fallando, es posible que note que su vehículo está funcionando áspero, fallando o funcionando irregularmente mientras está inactivo. También puede observar otros problemas de rendimiento del motor, como pérdida de potencia, vacilación o bloqueo. Dado que la salida del sensor de oxígeno ayuda a controlar la sincronización del motor, los intervalos de combustión y la relación aire / combustible, un sensor defectuoso puede interrumpir estas funciones del motor, provocando un ralentí irregular o irregular y otros problemas relacionados con el motor.
Cuándo reemplazar el sensor
Si su vehículo se fabricó dentro de los últimos 15 años, el sensor de oxígeno debe reemplazarse cada 60,000 a 90,000 millas. Este sensor se desgasta y será necesario reemplazarlo con el tiempo. El reemplazo de un sensor de oxígeno defectuoso o defectuoso reducirá el nivel de emisiones que su vehículo pone a la atmósfera mientras mantiene el motor funcionando correctamente y sin problemas. Tan pronto como note su luz Check Engine Light, un bajo consumo de combustible o un motor inactivo irregular, programe una cita para reemplazar su sensor de oxígeno. Esto asegurará que su vehículo funcione sin problemas, de manera eficiente y ayudará a prolongar la vida útil de su motor.