El síndrome de Peter Pan describe la incapacidad de uno para creer que es de una edad mayor o para participar en un comportamiento generalmente asociado con la edad adulta. Este síndrome afecta a las personas que no quieren o no sienten incapaces de crecer, personas con cuerpo de adulto pero mente de niño. No saben o no quieren dejar de ser niños. El término proviene del personaje infantil de ficción Peter Pan, que nunca envejece . Si bien se atribuye más comúnmente a los hombres, también puede afectar a las mujeres.
Ilustración de Peter Pan tocando la flauta, por FD Bedford de Peter y Wendy
- Paternidad sobreprotectora
- Falta de habilidades para la vida
Algunas características del trastorno son incapacidad de las personas para asumir responsabilidades, comprometerse o cumplir sus promesas, preocupación excesiva por su apariencia y su bienestar personal y su falta de confianza en sí mismos, aunque no parezcan demostrarlo y, en realidad, se sientan como exactamente lo contrario. También cambian constantemente de pareja y buscan jóvenes más jóvenes. «Siempre que la relación empieza a pedir un alto nivel de compromiso y responsabilidad, se asustan y la rompen. Las relaciones con mujeres más jóvenes tienen la ventaja de poder vivir el día a día sin preocupaciones, y además implican menos planes de futuro. , por lo tanto, menos responsabilidades «.
Las personas que presentan estas características asociadas con el síndrome de Peter Pan a veces se denominan Peter Panner. Humbelina Robles Ortega, profesora de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico de la Universidad de Granada, relaciona el síndrome con padres sobreprotectores y la falta de habilidades para la vida que crean ansiedad en la edad adulta.
Aunque se presentan de manera similar, existen claras diferencias entre el síndrome de Peter Pan y el puer aeternus.
El concepto de que los adultos se consideran a sí mismos como menores o adolescentes se conoce como transageísmo (también conocido como juvenilismo y adolescentecentilismo, respectivamente), que se basa en el transgénero. El transageismo, que ha generado una gran controversia, no figura en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, ni reconocido por la Asociación Estadounidense de Psiquiatría como un trastorno mental específico. Asimismo, ni el transageismo ni el síndrome de Peter Pan son reconocidos por el World Health Organ ización.