El estreñimiento es un trastorno de la motilidad gastrointestinal caracterizado por la dificultad o disminución de las deposiciones, y es una condición común en los países occidentales. Los laxantes son la estrategia más común para controlar el estreñimiento. Sin embargo, el uso prolongado de algunos laxantes puede estar asociado con efectos secundarios dañinos que incluyen un mayor estreñimiento e impactación fecal. El masaje abdominal, que alguna vez fue un método aceptado para tratar el estreñimiento, ya no es un tratamiento estándar, pero puede ser una terapia deseable para esta afección porque es económico, no invasivo, no tiene efectos secundarios dañinos y puede ser realizado por los propios pacientes. . Sin embargo, hasta hace poco, la evidencia de su efectividad no era lo suficientemente fuerte como para hacer una recomendación para su uso en pacientes estreñidos.
En 1999, Ernst revisó todos los ensayos clínicos controlados disponibles y encontró que no había evidencia sólida por la efectividad del masaje abdominal en el tratamiento del estreñimiento crónico. Este artículo revisa la evidencia científica desde 1999 hasta la actualidad, sobre el masaje abdominal como una intervención para el estreñimiento crónico. Desde entonces, los estudios han demostrado que el masaje abdominal puede estimular la peristalsis, disminuir el tiempo de tránsito colónico, aumentar la frecuencia de las deposiciones en pacientes estreñidos y disminuir la sensación de malestar y dolor que lo acompañan. También hay buena evidencia de que el masaje puede estimular la peristalsis en pacientes con íleo posquirúrgico. Los informes de casos individuales muestran que el masaje ha sido eficaz en pacientes con estreñimiento debido a una variedad de anomalías fisiológicas diagnosticadas, así como en pacientes con estreñimiento funcional a largo plazo.