La placa mucoide puede variar considerablemente, dependiendo de las condiciones químicas en los intestinos de una persona. Puede ser duro y quebradizo: puede ser firme y espeso; duro, húmedo y gomoso; suave, espeso y mucoide; o suave, transparente y delgado; puede variar en color desde marrón claro, negro o negro verdoso hasta amarillo o gris, y algunas veces emite un olor intensamente fétido.
Un cliente que conozco, en el curso de una limpieza de colon de un mes , pasó una sola longitud de placa mucoide de 15 pies de largo; otro cliente excretó un total de 11 libras de placa mucoide durante una limpieza. No es raro que se elimine un total de 35 a 45 pies de placa, a menudo en la última semana. En nuestra experiencia clínica de monitorear miles de programas intensivos de limpieza de colon durante los últimos 14 años, la mayoría de las personas pasan una cantidad asombrosa de esta extraña sustancia.
Acuñé el término placa mucoide, que significa una película de moco, para describen la acumulación malsana de materia mucosa anormal en las paredes de los intestinos. La medicina convencional conoce esto como una capa de mucina o glicoproteínas (compuestas por 20 aminoácidos y 50% de carbohidratos) que los intestinos secretan de manera natural y apropiada como protección contra ácidos y toxinas.
Sin embargo, la placa mucoide es diferente del revestimiento de la mucosa (mucosa) del tracto gastrointestinal. Este último actúa como un tampón necesario para la pared gastrointestinal y como lubricante para la peristalsis; también es responsable de la secreción de mucinas que comprenden la placa mucoide. Las células de la capa más externa de la mucosa (el epitelio) se mantienen frescas y vitales, renovándose cada cuatro a siete días. Suena paradójico, pero la investigación médica indica que la placa mucoide es una medida normal de autodefensa: protección natural contra toxinas no naturales.
La evidencia indica que la placa mucoide, con la posible excepción de la que se encuentra en el estómago, es antinatural para el cuerpo sano y se encuentra sólo después de que el cuerpo se ha alejado de una salud perfecta y ha entrado en un estado de enfermedad. La teoría dice que si estuvieras completamente sano, tu sistema no produciría placa mucoide porque no la necesitaría.
Cuando el cuerpo ha sido sometido (o atacado) crónicamente por drogas (como como aspirina o alcohol), sal, metales pesados (incluido el mercurio dental), productos químicos tóxicos, parásitos, microbios dañinos y sus toxinas, y complejos inmunes circulantes (células inmunitarias bloqueadas en partículas no digeridas o sustancias extrañas en el torrente sanguíneo), produce placa mucoide para protegerse.
El problema es que una vez que se crea la placa mucoide, por alguna razón biológicamente importante, no se excreta de forma rutinaria de los intestinos. En cambio, se aloja en los numerosos pliegues y grietas de este gran órgano y puede permanecer allí durante muchos años. Con el tiempo, la placa mucoide se vuelve más gruesa, más firme y más extendida, colonizando, por así decirlo, el interior de los intestinos del tamaño de una cancha de tenis. Las heces viejas se adhieren a la placa y no se eliminan durante una evacuación intestinal normal.