¿Qué es una manometría esofágica?
Una manometría esofágica es una prueba que se realiza para medir la presión y las contracciones dentro de la parte inferior del esófago. Esto ayuda a su médico a evaluar si su esófago está funcionando correctamente. No necesitará sedación, pero se puede aplicar un anestésico en la nariz o la garganta para que el proceso sea más cómodo.
Se inserta un tubo fino sensible a la presión en la nariz o la boca y se pasa su esófago: el tubo largo, estrecho y muscular que conecta la garganta con el estómago. El tubo se introduce en el estómago a través del esfínter esofágico inferior o «LES» (el área del músculo que se abre para permitir que la comida ingrese al estómago y se cierra para evitar que la comida o el ácido escapen del estómago hacia el esófago).
El tubo se retira lentamente hacia el esófago mientras traga. Esto le permite medir la fuerza y la coordinación de las contracciones del músculo esofágico en varios puntos a lo largo de su longitud. Estas medidas luego se transmiten a una computadora, creando un patrón. Su médico puede interpretar el patrón para evaluar si su LES y el esófago en su conjunto están funcionando correctamente.
Por lo general, se le pedirá que no coma ni beba durante varias horas antes del procedimiento y se le puede recomendar que deje de tomar algunos medicamentos de antemano.
¿Quién necesita una manometría esofágica?
Se puede recomendar una manometría esofágica si padece síntomas como ardor de estómago, reflujo ácido, problemas para tragar, sensación de que algo se atora en la garganta, tos o atragantamiento nocturno, o dolor / ardor en el pecho después de comer. Estos pueden ser síntomas de la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) y / o LPR (reflujo laringofaríngeo o «silencioso»).