Uno de los usos más comunes de la frase es en el transporte público donde los movimientos de trenes, autobuses, aviones y similares se pueden utilizar para generar tiempos estimados de llegada dependiendo de bien un horario estático o mediante mediciones de la intensidad del tráfico. En este sentido, la frase o su abreviatura a menudo se empareja con su complemento, hora estimada de salida (ETD), para indicar la hora de inicio prevista de un viaje en particular. Esta información a menudo se transmite a un sistema de información de pasajeros como parte de la funcionalidad principal de los sistemas de transporte inteligentes.
Por ejemplo, un determinado vuelo puede tener una ETA calculada en función de la velocidad a la que ha cubierto la distancia. viajado tan lejos. La distancia restante se divide por la velocidad previamente medida para estimar aproximadamente el tiempo de llegada. Este método en particular no tiene en cuenta ningún evento inesperado (como nuevas direcciones del viento) que puedan ocurrir en el camino hacia el destino del vuelo.
ETA también se usa metafóricamente en situaciones donde nada realmente se mueve físicamente , como al describir el tiempo estimado para que se complete una determinada tarea (por ejemplo, trabajo realizado por una persona; un cálculo realizado por un programa informático; o un proceso realizado por una organización). El término asociado es «tiempo estimado de realización», que puede ser un backronym.