Cuando comienza un episodio doloroso de gota, el objetivo es disminuir la hinchazón, el enrojecimiento y el dolor. Los nuevos episodios de gota a menudo se tratan con medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE) o con un medicamento llamado colchicina. Las píldoras y las inyecciones de esteroides se pueden usar para tratar bien las goutas.
Los episodios de gota suelen aparecer y desaparecer. Cuando los episodios de gota son poco frecuentes, se puede utilizar un AINE o colchicina según sea necesario. Para los episodios de gota más frecuentes, se pueden administrar otros medicamentos que son controlados por su médico de atención primaria o un reumatólogo.
La gota generalmente se trata sin cirugía. Existen medicamentos, férulas y modalidades de compresión para ayudar a la hinchazón y aliviar el dolor de la gota. Si su gota ha desgastado las articulaciones o si los tendones se han lastimado, es posible que sea necesaria una cirugía.
Si la gota no se trata, la inflamación puede dañar las articulaciones y los tendones. Los depósitos de cristales en los tendones pueden hacer que la piel se desgaste, lo que puede provocar una infección. Además, los tendones pueden romperse, lo que puede provocar la pérdida de la función.
Hable con su médico sobre el mejor plan de tratamiento para su gota.