Gigantismo

Los tratamientos para el gigantismo tienen como objetivo detener o ralentizar la producción de hormonas de crecimiento de su hijo.

Cirugía

La extirpación del tumor es el tratamiento preferido para el gigantismo si es la causa subyacente.

El cirujano llegará al tumor haciendo una incisión en la nariz de su hijo. Se pueden usar microscopios o cámaras pequeñas para ayudar al cirujano a ver el tumor en la glándula. En la mayoría de los casos, su hijo debería poder regresar a casa desde el hospital el día después de la cirugía.

Medicamentos

En algunos casos, la cirugía puede no ser una opción. Por ejemplo, si existe un alto riesgo de lesión en un nervio o vaso sanguíneo crítico.

El médico de su hijo puede recomendar medicamentos si la cirugía no es una opción. Este tratamiento está destinado a encoger el tumor o detener la producción de la hormona del crecimiento en exceso.

Su médico puede usar los medicamentos octreotida o lanreotida para prevenir la liberación de la hormona del crecimiento. Estos medicamentos imitan a otra hormona que detiene la producción de la hormona del crecimiento. Por lo general, se administran en forma de inyección aproximadamente una vez al mes.

La bromocriptina y la cabergolina son medicamentos que se pueden usar para reducir los niveles de la hormona del crecimiento. Por lo general, se administran en forma de píldora. Pueden usarse con octreotida. La octreótida es una hormona sintética que, cuando se inyecta, también puede reducir los niveles de hormonas de crecimiento e IGF-1.

En situaciones en las que estos medicamentos no son útiles, también se pueden usar inyecciones diarias de pegvisomant. Pegvisomant es un fármaco que bloquea los efectos de las hormonas del crecimiento. Esto reduce los niveles de IGF-1 en el cuerpo de su hijo.

Radiocirugía con bisturí de rayos gamma

La radiocirugía con bisturí de rayos gamma es una opción si el médico de su hijo cree que una cirugía tradicional no es posible.

El «bisturí gamma» es una colección de rayos de radiación altamente enfocados. Estos rayos no dañan el tejido circundante, pero pueden entregar una poderosa dosis de radiación en el punto donde se combinan y golpear el tumor. Esta dosis es suficiente para destruir el tumor.

El tratamiento con bisturí de rayos gamma tarda meses o años en ser completamente efectivo y devolver los niveles de hormona del crecimiento a la normalidad. Se realiza de forma ambulatoria en general anestésico.

Sin embargo, dado que la radiación en este tipo de cirugía se ha relacionado con la obesidad, las discapacidades del aprendizaje y los problemas emocionales en los niños, generalmente se usa solo cuando otras opciones de tratamiento no funcionan.

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