Hay muchas causas de dolor de riñón. Es importante comprender el motivo de su malestar en caso de que sea una señal de algo grave. Siga leyendo para obtener más información sobre estas afecciones y cómo tratarlas.
Enfermedad hepática
La enfermedad hepática lo hace susceptible al dolor o malestar después de beber alcohol. Esto es especialmente probable si su hígado está dañado debido al alcoholismo. La enfermedad también puede afectar el flujo sanguíneo a los riñones y hacer que sean menos efectivos para filtrar la sangre.
Para tratar la enfermedad hepática, se le puede recomendar que deje de beber alcohol, pierda peso y siga una dieta nutricional . Algunos casos pueden requerir medicamentos o cirugía. Un trasplante de hígado puede ser necesario en casos de insuficiencia hepática.
Cálculos renales
Los cálculos renales pueden formarse debido a la deshidratación inducida por el alcohol. Beber alcohol si ya tiene cálculos renales puede hacer que se muevan rápidamente. Esto puede contribuir y aumentar el dolor renal.
Es posible que pueda tratar los cálculos renales pequeños aumentando su ingesta de agua, tomando medicamentos o usando remedios caseros.
Infección renal
Una infección renal es un tipo de infección del tracto urinario (ITU) que comienza en la uretra o la vejiga y pasa a uno o ambos riñones. Los síntomas y la gravedad de una infección urinaria pueden empeorar después de beber alcohol.
Beba mucha agua y consulte a un médico de inmediato. Puede usar analgésicos o analgésicos para reducir las molestias. Por lo general, le recetarán antibióticos. Las infecciones renales graves o recurrentes pueden requerir hospitalización o cirugía.
Deshidratación
El alcohol tiene propiedades diuréticas que hacen que orine más. Esto conduce a la deshidratación, especialmente cuando bebe alcohol en exceso.
El alcohol afecta la capacidad de los riñones para mantener el equilibrio correcto de agua y electrolitos en el cuerpo. Esto conduce a una función deficiente de los riñones y aumenta el riesgo de desarrollar cálculos renales. La deshidratación crónica lo pone en mayor riesgo de sufrir estos efectos adversos.
Trate la deshidratación reemplazando los líquidos y electrolitos perdidos. Puede tomar una bebida deportiva que tenga electrolitos y una solución de carbohidratos. Evite las bebidas azucaradas.
En algunos casos, la deshidratación requerirá una visita al médico.
Obstrucción de la unión ureteropélvica (UPJ)
Si tiene obstrucción de la UPJ, puede tener dolor de riñón después de beber alcohol. Esta condición impide el correcto funcionamiento de los riñones y la vejiga. A veces, el dolor se siente en el costado, la espalda baja o el abdomen. A veces viaja a la ingle. Beber alcohol puede intensificar cualquier dolor.
A veces, esta afección mejora por sí sola. La obstrucción de la UPJ se puede tratar con un procedimiento mínimamente invasivo. Algunos casos pueden requerir cirugía.
Hidronefrosis
La hidronefrosis es el resultado de uno o dos riñones inflamados debido a la acumulación de orina. Un bloqueo u obstrucción impide que la orina se drene correctamente del riñón a la vejiga. Esto puede hacer que la pelvis renal se hinche o se agrande. Puede experimentar dolor en el costado y dolor o dificultad al orinar.
Tener cálculos renales aumenta el riesgo de desarrollar hidronefrosis.
Es mejor tratar la hidronefrosis lo más rápido posible. Consulte a su médico para tratar cálculos renales o una infección renal si son la causa. Esto puede requerir antibióticos.
Gastritis
Beber demasiado alcohol puede provocar gastritis, que hace que el revestimiento del estómago se inflame o se hinche. Aunque esto no está directamente relacionado con los riñones, el dolor puede sentirse en la parte superior del abdomen y estar asociado con dolor de riñón.
Trate la gastritis evitando el alcohol, los analgésicos y las drogas recreativas. Puede tomar antiácidos para aliviar los síntomas y el dolor. Su médico puede recetarle inhibidores de la bomba de protones o antagonistas H2 para reducir la producción de ácido del estómago.