Denis Diderot (Español)

Conclusión

Para Diderot, solo hay una sustancia y es material. Aquí, está vagamente alineado con Spinoza. Pero esta sustancia está en perpetuo flujo (un elemento más lucreciano en su pensamiento), de modo que los seres individuales que encontramos son meras agrupaciones temporales, provisionales de moléculas en interacción unas con otras, en medio de lo que se denomina la «vicisitud» general del cosmos ( por lo que se refiere a su cambio). En la entrada «Inmutable» («Inmutable») escribe que «La naturaleza está en un estado de perpetua vicisitud. Se sigue de la ley general de todos los cuerpos: o están en movimiento, o tienden a estar en movimiento ”(Enc. VIII: 577).

Tomando prestado un motivo heracliteano y agregando una inflexión de género ahora bastante anticuada, Diderot también describe a la Naturaleza como una mujer que disfruta de los disfraces (IN, § XII, sin duda aludiendo a la phusis kruptesthai philei de Heráclito, «La naturaleza le gusta esconderse», frag. 208). Por eso también hay no monstruos en un sentido real:

Hablo de monstruosidad en relación con lo que son en la actualidad, porque no hay monstruos en relación con el todo … Si todo está en fluxu, lo que difícilmente podemos dudar, todos los seres son monstruosos, es decir, más o menos incompatibles con su orden correspondiente. (OH; DPV XXIV: 317, 403)

El asunto del que nosotros también como todas las demás entidades del universo, están compuestas, es heterogénea: difiere en términos de energía y sensibilidad, y en perpetua evolución en relación con el Todo:

El mundo comienza y termina sin cesar; es en todo momento el principio y el final; nunca tuvo y nunca tendrá otro. En este vasto océano de materia, ninguna molécula se parece a otra, ninguna molécula es auto-idéntica ni por un momento. (RA; DPV XVII: 128)

Es decir, la naturaleza es fundamentalmente heterogénea (los átomos que componen el mundo natural existen en un estado de heterogeneidad y agitación) y nunca del todo «específica»:

cada cosa es más o menos específica (quelconque), más o menos tierra, más o menos agua, más o menos aire, más o menos fuego; más o menos perteneciente a un reino u otro … de ahí que no haya esencia de un ser particular (RA ; DPV XVII: 138)

Todos los seres

tienen un número infinito de relaciones entre sí, según las cualidades que tienen en común; … es un cierto conjunto de cualidades lo que las caracteriza y distingue (BI; DPV III: 183)

En este Todo en constante cambio, hay construcciones provisionales actitudes y identidades que son, como todo lo demás, totalmente materiales, pero que pueden ser de mayor o menor importancia para nosotros, ya sea estéticamente, emocionalmente, ético-políticamente o incluso en términos de impulsos nerviosos (y Diderot, la mayoría de las veces, no es habitual distinguir claramente entre estos).

Diderot inventó una nueva forma de materialismo, basándose en una variedad de fuentes que incluyen la tradición epicúrea, Hobbes y Locke, Spinoza y Leibniz. También transformó doctrinas, géneros y constelaciones intelectuales nacientes (el escepticismo, la novela filosófica y el eclecticismo, por nombrar algunos ejemplos). Si bien no quiso contribuir al género de la filosofía sistemática, su contribución a la Ilustración (y a su posteridad) y a episodios intelectuales subsiguientes es considerable, difícil de medir y se debe involucrar

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