Al analizar la expresión status quo, lo primero que debemos decir es que, en nuestra lengua, resulta incorrecta. La expresión latina es statu quo, sin la S final de la primera palabra. Además se trata de una locución que no varía cuando se expresa en plural, lo que implica que la única forma aceptada es statu quo. Por ejemplo: «La nueva legislación modificará el statu quo de la nación”, «Los grupos extremistas amenazan los statu quo de los países de Medio Oriente”.
El statu quo es el estado o la situación de algo en un cierto momento. Por lo general se considera el statu quo como un equilibrio o una armonía: por eso, cuando se altera el statu quo, existe un estado de agitación o conmoción.
Es muy importante cuidar la ortografía al escribir palabras o expresiones extranjeras, tanto como para las de nuestro propio idioma, ya que una pequeña variación puede alterar completamente el significado o bien dar como resultado un término inexistente. El caso de «status quo» en lugar de statu quo es uno de los muchos ejemplos de errores al usar expresiones latinas, como decir «por motus propio» en lugar de motu propio, o «a grosso modo» en vez de grosso modo.
La expresión suele emplearse en el ámbito de la política, en especial de la política internacional. Un analista puede afirmar que el régimen comunista de Cuba, que se encuentra en el poder desde hace más de medio siglo, se esfuerza por mantener el statu quo. La intención de las autoridades, en este sentido, es que no se modifique la distribución del poder. Los opositores al gobierno, en cambio, desean cambiar el statu quo para que en Cuba haya otro «orden” o «equilibrio”.
La nueva comisión directiva de un club, por su parte, puede tratar de modificar el statu quo de la institución. Durante años, en la entidad no se invirtió dinero en obras ni se trató de sumar nuevos socios. Los flamantes directivos, ante esta realidad, deciden solicitar un crédito para construir un nuevo gimnasio y comienzan a desarrollar una campaña para captar socios, alterando el statu quo del club.
Esta expresión también podemos apreciarla en otra muy conocida por los estudiosos de la lengua latina: statu quo ante bellum. Su traducción más aceptada es «el estado en el que se encontraba todo antes de la guerra» y se trata de un principio que se usa en tratados internacionales para hacer alusión a la retirada de tropas del campo de batalla para retomar la situación que tenía lugar antes de un enfrentamiento determinado.
El aspecto más importante de este término en el contexto de un tratado internacional es que indica la anulación de la guerra en cuanto a que ninguno de los bandos se convierte en ganador o perdedor, ya sea de derechos económicos o políticos, o bien de tierras, sin importar los hechos que hayan tenido lugar hasta su firma.
Un principio que se utiliza en el mismo contexto pero con un objetivo muy diferente es uti possidetis iure, una expresión latina que puede traducirse de la siguiente manera: «así como poseen (ustedes) según el derecho, así poseerán (ustedes)». En este caso, se resuelve que cada bando conservará de modo provisorio el territorio que posean cuando termina un enfrentamiento, hasta que un tratado determine otra cosa.
Dentro del ámbito religioso nos encontramos con el hecho de que también se habla de «status quo”. En concreto, se emplea para referirse al conjunto de tradiciones, reglas y leyes de carácter histórico que han llevado a determinar distintas pautas, preceptos y normas dentro de las religiones existentes. En concreto, dentro de varias comunidades cristianas se usa para hacer mención a lo que son las condiciones que deben marcar lo que es el funcionamiento, por ejemplo, de las basílicas.
Un claro ejemplo de todo eso es la comunidad multirreligiosa que existe en torno al Santo Sepulcro, donde conviven griegos, franciscanos y armenos. Todos ellos recurren a la utilización del mencionado Status Quo para ponerse de acuerdo en la utilización del mencionado templo así en el acondicionamiento y renovación del mismo. Así, en la década de los 60 todos acordaron el poner en marcha la restauración del techo de dicha basílica.
Status quo (con S al final de la primera palabra), por último, es el nombre de una banda británica de rock. La formaron en el año 1962 el cantante y guitarrista Francis Rossi y el bajista Alan Lancaster. Cabe señalar que el nombre Status quo lo escogieron recién en 1968, ya que hasta entonces se habían hecho llamar The Scorpions, luego The Spectres y, finalmente, Traffic Jam.
Debutaron con la canción «Pictures of Matchstick Men” que, como en sus comienzos, se enmarcaba dentro del género rock psicodélico y beat.Sin embargo, con el paso de los años se fueron «girando” hacia el boogie rock.
Status quo está considerado como uno de los grupos más importantes de Inglaterra, como así lo demuestran las cifras de sus ventas: más de 120 millones de copias vendidas en todo el mundo. Entre las canciones que más les dieron éxito y fama a nivel internacional podemos destacar «Blue For You”, «In the Army Now”, «Ain´t Complaining” o «Who Gets the Love?”.