Objetivo: evaluar la evidencia científica sobre el boro, incluida la opinión de expertos, precedentes folclóricos, historia, farmacología, cinética / dinámica, interacciones, efectos adversos efectos, toxicología y dosificación. Esta revisión sirve como herramienta de apoyo clínico. Métodos: Se realizaron búsquedas electrónicas en nueve bases de datos, 20 revistas adicionales (no indexadas en bases de datos comunes) y bibliografías de 50 referencias secundarias seleccionadas. No se impusieron restricciones sobre el idioma o la calidad de las publicaciones. Toda la literatura recopilada se refería a la eficacia en humanos, dosis, precauciones, efectos adversos, uso durante el embarazo / lactancia, interacciones, alteración de los análisis de laboratorio y mecanismos de acción. Para la selección se utilizan criterios de inclusión / exclusión estandarizados. Las calificaciones se asignaron utilizando una justificación de calificación basada en evidencia. Resultados: No se realizaron estudios sistemáticos sobre la seguridad y eficacia del boro en humanos. Sin embargo, según el uso popular y los datos científicos de apoyo, en esta revisión se analizan nueve indicaciones: regulación hormonal, mejora de la función cognitiva, osteoartritis, osteoporosis, vaginitis (tópica), ayuda para el culturismo (aumento de testosterona), síntomas de la menopausia, prevención de la coagulación sanguínea ( efectos de la coagulación) y psoriasis (tópica). Conclusión: aunque los estudios que evalúan el uso de boro para la osteoartritis y la osteoporosis se encuentran en etapas preliminares, los informes son prometedores. Existe evidencia contradictoria para apoyar el uso de boro en la regulación hormonal y la función cognitiva. Se justifican los ensayos controlados aleatorios futuros. Existe evidencia bastante negativa con respecto al uso de boro como anticoagulante, una ayuda para el culturismo, para los síntomas de la menopausia o para la psoriasis. El uso excesivo puede ser perjudicial y se recomienda precaución.